«La solución sería acabar con la inflación»
La inflación en Venezuela ha sido uno de los problemas que más ha arrastrado el país durante más de 30 años, convirtiéndose en un factor que ha determinado el cambio de los estados sociales, económicos, y políticos, lo cual crea en el venezolano tomar posiciones y esfuerzos frente al fenómeno de la inflación que nunca se hubiese esperado.
“La solución sería acabar con la inflación. Todos nuestros problemas están vinculados con el alza exagerada del índice del precio al consumidor” asimismo declaró el contador público, Vladimir Vargas, que ha ejercido su profesión comenzando los años 80, y ha seguido cada año los procesos que ha llevado la inflación, pues prácticamente vive de los errores de la economía, con sus trabajos sobre los Ajustes por Inflación requerido por las empresas.
Expresa que a veces, la inflación sube cuando el país entra en situaciones de crisis política, lo cual en orden secuencial, el gobierno, las empresas e industrias, y la población toman acciones que perjudiquen el proceso sistemático de su movimiento, ya sean paros, acaparamiento, golpes de estado, saqueos, insurrecciones, como la proliferación a la corrupción en la administración pública. También, las inversiones a los proyectos elaborados por el gobierno, con síntomas de endeudamiento, pueden recaer en graves consecuencias. Es un punto débil que fácilmente puede determinar la estabilidad de la economía, y entrar en efecto negativo.
A sí mismo ocurrió en el año 89, después del caracazo, aumentó a un índice de un 80%, partiendo posteriormente del 30%, cuando el expresidente Carlos Andrés Pérez decretó el aumento de la gasolina, puesto que habían pedido préstamo de financiamiento al Fondo Monetario Internacional ya que había poco fondo, y le obligó al Estado venezolano, tomar medidas económicas basados en el “Paquete Neoliberal”. Esto ocasionó el Sacudón, o Caracazo, cuando muchas cosas habían aumentado, y la última gota que derramó el vaso, fue el aumento del pasaje de los transportes. Tuvo muchas bajas en la estructura de la clase empresarial, y en los propietarios de negocios de pequeñas y medianas empresas. Los organismos internacionales, así como los empresarios inversionistas, comenzaron a ver de manera despectiva, las situaciones que fueron entrando el país.
En el año 97-98, se implementó la política económica de liberación de precios, tasas, tipo de cambio, lo que estos ajustes económicos dieron consigo una hiperinflación del 103%, uno de los valores más elevados de la historia de la inflación. Muchas empresas y bancos entraron en quiebra, y tuvieron que irse del país.
Índice de Inflación histórico de Venezuela (1831-2012) – Fuente: BCV.
Una economía fantasma
Según el Instituto Nacional de Estadísticas, la tasa de desempleo en Venezuela ha reducido a un 5.6% en el año 2013. Sin embargo, Vladimir Vargas, afirma que en Venezuela se ha creado en el mercado un cierto tipo de economía falsa, a lo que el gobierno llama por “empleo informal”, en lo que respecta como los buhoneros y comerciantes informales, o ya sea en los servicios independientes de las propias personas, son incluidos al grupo de la tasa en los empleos formales, que poseen seguro social y de cesta tickets. Según así no lo considera un empleo, sino una búsqueda a tratar de subsistir en un modo de vida, pero a su vez, algo que puede enfermar la economía del país.
“En Venezuela existen los revendedores y personas que hacen servicios que no son útiles para la sociedad, pero son hechos porque el ciudadano necesita buscar dinero de algún modo, ni siquiera entran en un marco de planificación para el bienestar que requiere y necesita la nación. Los revendedores también fomentan el alza de los precios de los productos” así aclara Vargas.
Cabe destacar, que el desempleo es la manifestación de la falta de inversión extranjera al país y formación de empleos, a fin de cubrir las expectativas laborales para la inclusión a los proyectos de trabajo.
Por otra parte, la inflación ha arrastrado a muchos ciudadanos a ejercer el empleo informal de un modo indispensable, pues la pérdida del poder adquisitivo de la moneda y los salarios que a veces, no satisface al trabajador por sus cualidades dadas.
“Hay buhoneros que ganan más que los propios profesionales. Si fuese así, entonces muchas personas se están especializando en un área, y no abarca en los trabajos de técnicos profesionales como médicos o ingenieros” expresa Villegas con relación a la transformación de la economía fantasma.
Recomienda al gobierno que no debe tolerar esos datos de economía informal, no parte de un logro, sino un efecto que se ha venido suscitando a lo largo del tiempo, e influye en las escalas inflacionarias.
Hay que resaltar que la inseguridad comparte con este fenómeno, pues con el precio alto de los productos, más las innovaciones tecnológicas y artículos modernos que se han venido importando al país, induce a la población a robar y cometer actos violentos por adquirir esas mercancías. Además de la sobrevaloración de los productos, hace llamar la creación del delito.
En la página web del Banco Central de Venezuela, indica las posiciones de Venezuela en la inflación a nivel mundial.
En una rueda de prensa hecha el 10 de Enero del 2014, el presidente Nicolás Maduro, anunció que la inflación acumulada llegó a una cifra inusual del 56.1%. Aclaró que durante la entrada al mandato, los precios de muchos productos aumentaron hasta un 300% de su justo valor, conjunto a diversos acaparamientos, especulación y demás situaciones que desequilibraron la economía. Por ende, ha tomado cambios internos en los asuntos y manejo del gobierno, reformando varios organismos del gobierno como Indepabis, Cadivi, que vienen transformando sus posiciones. Con la tarea de frenar la inflación, por la “guerra económica”, ha creado la Superintendencia de Costos y Precios Justo (SUDECOP), que tendrá el objetivo de supervisar y evaluar el costo de las mercancías, como el pago que ejerzan los consumidores.