¿Qué es la psicología? Análisis e introducción.

La psicología se define en la actualidad como la ciencia que estudia el comportamiento humano.

Para gran parte de los psiicologos está no puede ser considerada una ciencia, ya que objeto de estudio no es susceptible de ser investigado por medio de un método experimental y, por lo tanto, no cumple una de las condiciones básicas que debe tener toda ciencia.

Por otra parte, son numerosos los psicólogos que critican las reducciones de esta definición a la que acusan de limitar el campo de investigación de la psicología al estudio de las actividades del ser humano, es decir, a aquellas conductas que pueden ser observadas por cualquier otro individuo y que, en consecuencia, pueden someterse a control y cuantificación y evaluación.

Reducir al sujeto a la función de un mero ejecutar de conductas en áreas de que la psicología alcance mayor exactitud y precisión supone, pues un precio demasiado elevado, al que numerosos investigadores se oponen. Todo ello conduce a la necesidad de reformular y ampliar la definición ofrecida anteriormente. Así, podemos concluir diciendo que la psicología es la ciencia que se ocupa de la conducta y de la mente humana, en la doble perspectiva de su comportamiento objetivo, por una parte, y de sus estados mentales por otra, procurando al mismo tiempo explicar la génesis de estos fenómenos y formular un conjunto de leyes aplicables a ello.

Relación de la psicología con otras ciencias

El comportamiento humano ofrece tal complejidad, e intervienen en él tal número de variables, que la psicología ha de requerir imprescindiblemente el concurso de otras disciplinas para llevar a cabo su tarea.

En el ámbito de las ciencias sociales es preciso destacar las importantes aportaciones realizadas por la historia, la sociología y la antropología. La primera de ellas da cuenta de la constitución y evolución de las condiciones sociales, económicas y políticas que explican la actual organización de las diferentes sociedades. Estos conocimientos interesen a la psicología en cuanto la ayudan a entender la relación entre los procesos históricos y la formación del comportamiento humano. Por otra parte, las enseñanzas de la sociología resultan de gran utilidad al psicólogo cuando ha de estudiar las variables grupales que intervienen en la conducta de un individuo, pues es innegable que los diversos grupos e instituciones a los que el individuo pertenece modelan en parte su personalidad y, en cierta medida, determinan su modo de pensar y actuar. Por último, la antropología permite poner de reliéve la influencia de las normas, pautas y costumbres que conforman una cultura en el comportamiento individual.

Por lo que se refiere a la relación que mantiene la psicología con las llamadas ciencias naturales, es necesario, poner de manifiesto las interesantes características, y en ocasiones fundamentales, aportaciones realizadas por la biología, la fisiología, la genética y la etología.

La biología ayuda a la psicológica a comprender cuales son las formas escenciales de la vida y las especificas dotaciones que poseen los diversos organismos vivientes para adaptarse a su medio. La segunda de las ciencias anteriormente mencionadas brinda a la psicología una valiosísima información sobre el funcionamiento del sistema nerviosos y endocrino, que constituyen el soporte material de la conducta y gracias a los cuales el hombre capta los estímulos externos, los organiza y emite respuetas. La genética, por su parte, informa sobre los factores hereditarios que intervienen en la ejecución de determinadas conductas. Por último, los estudios realizadas por los etólogos acerca del comportamiento de las diversas especies en su medio natural han contribuido a discernir entre las condcutas innatas y las adquirirdad, y han permitido estudiar la influencia que aquellas ejercen en la organización de las colectivdades.

Al margen de estas aportaciones específicas, deben resaltarse la ayuda prestada por otras ciencias que, sin bien no tienen ninguna relación directa con el estudio del ser humano, poseen determinados conocimientos o instrumentos útiles a la psicología. Así, ésta se beneficiea de los estudios matemáticos a la hora de cuantificar fenómenos psicológicos, como por ejemplo la inteligencia, o de realizar cálculos númericos en sus estudios expermientales. La física, a su vez, cede a la psicología determinados instrumentos de medición que posibilitan un estudio objetivo de diversas funciones psíquicas.

Evolución histórica de la psicología.

Hasta llegar a su momento presente, la psicología ha sufrido un dialéctico de contradicciones y superaciones tanto en la definición de su objeto en estudio como en la determinación del método apropiado. Por tanto, para entender la actual situación de la psicología, las corrientes que la constituyen, así como los diversos campos de investigación a los que paulatinamente se ha ido incorporando, es necesario poseer, una visión general de los hitos fundamentales que han jalonado su formación como ciencia.

Los fundadores de la psicología

La psicología, término que etimológicamente proviene del griego y significa “estudio del alma”, es una de las ciencias de cosntitución más tardía, pese a que su objeto de estudio, es decir, la actividad psíquica del hombre, ha preocupado a los pensadores de todos los tiempos. En su historia pueden distinguirse dos períodos: una primera época, que abarca desde la Antigüedad hasta las últimas décadas del siglo XIX y en la cual la psicología forma parte de la filosofía, y un segundo momento con poco más de un siglo de vida, a lo largo del cual se estructura como una disciplina autónoma e intenta conseguir el estatuto de ciencia.

La distinción en el hobre de dos entidades, alma y cuerpo, de naturaleza diferente y por lo tanto sometidas a leyes de distinta cualidad, impidió realizar un estudio objetivo de la vida psíquica del ser humano.

Este enfoque metafísico sumió a la psicología en un túnel del que sólo salió ya en el siglo XIX, gracias al empuje del positivismo y del empirismo, cuyas concepciones acerca del conocimiento revolucionaron todas las ramas del saber y abrieron nuevas vías a la razón. Fue una época de grandes descubrimientos y de innovadores teorías.

Asimismo se establecieron los requisitos que debía cumplir cualquier conocimiento para ser considerado científico. Uno de ellos era la necesidad de aplicar el método experimental, cuyos principios son la observación, la formulación de hipótesis y la comprobación de las mismas a partir de experimentos que confirmen su veracidad de manera irrefutable. Como es fácil de deducir, la psicología no podía beneficiarse de dicha metodología mientras continuara manteniendo el vago concepto de alma como único objeto de estudio. En eesta encrucijada la única salida consistía en reformular su campo de investigación, y esto es precisamente lo que llevaron a cabo los pioneros de la nueva disciplina.

El primer intento de renovación lo realizó Wilhelm Wundt, cuyo máximo empeño fue dotar a esta disciplina de un método que le permitiera adquirir el estatuto de psicología científica, objetivo que en parte consiguió. Wundt marcó una nueva tarea a la psicología, el estudio de la conciencia y, en particular, ele análisis de los elementos que la constituyen, las relaciones que establecen entre ellos y las leyes que rigen estas conexiones. Para poder cumplir dicho objetivo utilizó la introspección, método experimental realizado en una situación de laboratorio a fin de que el investigador pueda tener un adecuado control de las variables. Ahora bien, como la conciencia no puede estudiarse en sí misma, Wundt lo hizo a través de ciertas manifestaciones de ésta, como son las sensaciones y sentimientos. Así, por ejemplo, aplicaba a un individuo determinados estímulos, por lo general visuales o auditivos, de diferente intensidad, y le pedía que verbalizara la experiencia subjetiva que dichos estímulos le habían provocado.

William James, filósofo y fisiólog de nacionalidad Estadounidense, casi contemporánea a W. Wundt, introdujo nuevos elementos en el estudio de la conciencia; responsabilizó a esta del comportamiento y estableció una relación funcional entre ambas instancias. De este modo, los procesos emntales se convierten en guía de la conducta e interesan en cuantoa  su plasmación práctica, no como procesos en sí mismo.

Esta concepción funcionalista modificó sustancialmente las pautas de la investigación psicológica y puso los pilares de la psicología contemporánea, en particular la de los Estados Unidos, donde arraigó con gran fuerza. Una consecuencia importante de elo fue que a partir de este momento, la psicología se abrió a nuevos campos de investigación, amplió su objeto de estudio y adquirió un carácter eminentemente práctico. Ya no sólo se analiza el comportamiento humano, también el animal es centro de interés. Se observan las peculiaridades del comportamiento infantil frente al del adulto y se inician estudios comparativos entre las costumbres y formas de vida de sociedades primitivas y actuales. Por otra parte, los métodos experimentales se diversifican; la introspección de paso a la medida de respuestas fisiológicas ante la presentación de estímulos; la inteligencia se cuantifica a partir de la elaboración de pruebas mentales y el comportamiento es objeto de descripción por medio de la elaboración de cuestionarios y de una cuidadosa observación.

Una tercera vía de investigación la diseñó el fisiólogo soviético Pavlov, gracias a sus estidos sobre el reflejo condicionado. Hasta ese momento los reflejos eran definidos como respuestas involuntarias, no aprendidas, a un estímulo específico, y se los consideraba dotados de un valor adaptativo al medio. Pavlov demostró que dichos reflejos podían ser condicionados mediante su asociación a otros estímulos, de tal modo que sin estar presente el estímulo desencadenante del reflejo, el organismo emite de todos modos ese tipo de respuesta. Los hallazgos de Pavlov pronto tuvieron una gran difusión, tanto en su país como en los Estados Unidos, y sirvieron en parte de fundamento a la llamada psicología del aprendizaje.

La psicología contemporánea.

Una vez expuestas las líneas generales de constitución de la psicología científica, vamos a analizar las grandes corrientes que conforman la psicología contemporánea, es decir, el psicoanálisis, el conductismo y la psicología de la Gestalt, también denominada “Teoría del campo o de la forma”

El psicoanálisis, conocido asimismo como análisis o teoría dinámica, es una teoría psicológica formulada por el médico vienés Sigmund Freud, el cual la definió como “un método para la investigación de proceso anímicos no accesibles de otro modo; es un método terapéutico de perturbaciones neuróticas basados en tal investigación y asimismo es una serie de conocimientos adquirir de esta forma, que van constituyendo paulatinamente una nueva disciplina científica.

El interés de Freud por la psicología, surgió cuando observó que los síntomas orgánico de algunos de sus pacientes no eran producto de disfunciones del sistema nervioso. Este hecho le hizo pensar en la posibilidad de que existiera un origen psíquico de ciertas patologías. Para estudiar los contenidos mentales, Freud utilizó en un primer momento la hipnosis, estado bajo el cual los pacientes narraban sus problemas, manifestando al finalizar la sesión cierto alivio en sus estados de ansiedad. Pornto, sin embargo, se dio cuenta de las limitaciones de este método. En primer lugar, la mejoría era pasajera y al poco tiempo los síntomas reaparecían con igual fuerza, lo que le llevó a deducir el escaso valor terapeútico de la hipnosis. En segundo lugar, el pacienite no recordaba el contenido de los pensamientos expresados en al consulta, cuestión que impedía un análisis conjunto del problema. Por último, había personas a las que no podía hipnotizar, dada su escasa capacidad se sugestión. Estas dificultades llevaron a Freud a ensayar un nuevo método, la libre asociación. Este procedimiento consiste, básicamente, en que el paciente, tras adoptar una postura cómodo y relajada, deje su mente en blanco y verbalice los pensamientos que en ese momento acuden a su cabeza. Al analizar el material narrado por diversas personas encontró ciertas similitudes que le llamaron vivamente la atención. Observó que la mayoría de los recuerdos hacían referencia a escenas infantiles que poseían un contenido sexual el cual no se expresaba de forma manifiesta sino por medio de símbolos. En función de ello llegó a la conclusión de los trastornos sexuales eran la causa de ciertas patologías mentales, como la histeria o la neurosis, y advirtió asimismo la importancia trascendental de las vivencias infantiles en la vida psíquica de las personas.